La ansiedad es una respuesta fisiológica y psicológica frente a determinadas situaciones, incluso las más cotidianas como por ejemplo cuando queremos llegar puntuales al trabajo y vemos que hemos perdido el autobús o que nos pillamos un atasco que nos impedirá llegar a tiempo de tomar un tren o un avión, ir a una entrevista de trabajo, examinarnos, hablar en público, etc. son algunos ejemplos donde muchas veces no conseguimos evitar sentir ansiedad. Naturalmente la ansiedad es un factor bueno que nos “hace hacer” determinadas acciones, nos prepara “para”; por ejemplo ser eficientes en lo que hacemos. Si careciésemos de esta condición, de sentir ansiedad, quizás fuésemos muy pasivos, como sin el elemento que nos impulsa a “hacer bien las cosas”.

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El problema surge cuando esta respuesta se incrementa y llega a límites de malestar que empieza como una sensación emocional desagradable, la misma que si sigue en ascenso sin posibilidad de control se puede convertir en un ataque. En estos casos ya hablamos de trastornos de la ansiedad.

¿Qué son los trastornos de ansiedad?

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Son reacciones de ansiedad intensificadas en magnitud, intervalo y duración. Pueden durar seis meses y si no se las trata, tienden a empeorar. También suelen presentarse con otras dolencias físicas y/o mentales, así como por el abuso de sustancias como alcohol, drogas psicotrópicas y fármacos que aparentemente enmascaran los síntomas de ansiedad, aunque en realidad lo que hacen es empeorarlos.

¿Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad?

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En efecto, se pueden describir los siguientes: trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático, fobia social, fobias específicas y trastorno de ansiedad generalizada.

A continuación haremos una muy breve descripción de cada una solo con la intención de poderlos identificar y poder descartar que esté padeciendo de alguno. De ser afirmativo o solo sospechar que pudiera estar cursando por un trastorno de ansiedad sugerimos busque ayuda inmediata, médica o psicológica. Tengamos en cuenta que ese es el principal objetivo de este artículo.

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La característica común de todos estos trastornos es que los síntomas se configuran alrededor de un temor irracional excesivo. Aunque quien lo padece lo vive como una amenaza real, necesita identificar que no lo es.



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