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Sobre la Psicosis

Llegado a este punto en el abordaje de los trastornos psíquicos, es importante señalar la dificultad que entraña describir esta entidad como un trastorno independiente de la Esquizofrenia. El DSM-IV-TR, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales editado por la American Psychiatric Association)  tiene reparos en delimitarlos porque es complejo en tanto comparten la mayoría de los síntomas. Quizás la diferencia radique en la duración y en la profundidad de las manifestaciones.
En este espacio nos referiremos a ambas entidades por separado y tomando como referencia los manuales psiquiátricos más utilizados como el mencionado DSM-IV y el CIE-10 (Clasificación internacional de enfermedades), publicado por la OMS (Organización Mundial de la Salud)

Historia y Definición:

Las psicosis tiene un concepto polémico desde los inicios del tratamiento de las enfermedades mentales. En el XVIII, era considerada una especie de posesión divina, se trataba con aislamiento por peligro de contagio y es cuando la psiquiatría intervino con sus observaciones e investigaciones en terrenos neurofisiológicos (investigando causas funcionales y clasificando signos y síntomas); en el farmacológico (experimentando con diferentes sustancias psicotrópicas, hipnóticos, bromuro de hioscina, morfina, etc.) y con métodos terapéuticos como la  sujeción física, la sugestión e hipnosis.

Fue Ernst von Feuchtersleben en 1845 quien utilizó el término psicosis por primera vez con el fin de definirlo como un trastorno mental y diferenciarlo de las neurosis que se creía provenían del sistema nervioso.

La diversidad de enfoques que empieza a tener este tipo de trastorno, permite dar un giro en el tratamiento médico psiquiátrico del sentido estricto. El Psicoanálisis va un poco más allá de los síntomas e intentan “escuchar” la singular forma de construir la realidad que presentan estos pacientes.

Freud, en 1908 y 1931) y Abraham en 1921, iniciaron una nosología psicoanalítica que relacionaba cuadros clínicos con las etapas de desarrollo psicosexual (motivaciones instintivas, libidinales y agresivas) a través de los mecanismos de fijación-regresión. Fenichel, posteriormente incorporando los hallazgos de Wilhem. Reich, propuso una clasificación caracteriológica que combinaba aspectos dinámicos y estructurales. En la psicosis el remodelamiento de la realidad tiene lugar en las huellas mnémicas, las representaciones y los juicios que se habían obtenido de ella hasta ese momento y por los cuales pasaban a ser los sustitutos de la vida anímica.

También se registra en la psicosis, insuficiencia en las identificaciones primarias y secundarias, presencia de una madre incapaz de metabolizar las “ansiedades esquizoparanoides” del bebé, por el contrario, le devuelve a éste el mismo monto de ansiedad que él depositó en ella, dificultándole así o impidiéndole la elaboración de las mismas y produciendo en el niño un efecto paralizante o explosivo.

El panorama general actual del Psicoanálisis refleja la existencia de una gran variedad de criterios y clasificaciones que varían entre las distintas escuelas y autores existentes en esta orientación. Se trata de una amplitud enriquecedora clínicamente hablando, donde se percibe la dinámica de evolución y maduración en la comprensión y utilización del modelo teórico clásico del psicoanálisis.

En el intento de dar una definición, podemos considerar las psicosis como un estado mental de origen emocional u orgánico que principalmente produce pérdida de interpretación de la realidad, es decir que se produce una especie de ruptura o escisión con la realidad; esto es que la persona pierde la capacidad de diferenciar lo que su mente genera de la realidad. También se produce un gradual deterioro de las funciones cognitivas, sobre todo en la capacidad de pensar, de responder emocionalmente de manera adecuada, además de mucho malestar al no poder “funcionar” como el común de las personas en la vida cotidiana.

¿Cómo se diagnostica desde un paradigma psicoanalítico?
Antes de establecer un diagnóstico de perspectiva dinámica, se intenta conocer los siguientes aspectos del paciente que consulta:
• El equilibrio entre las funciones psíquicas conscientes y los factores inconscientes de su personalidad, sus conflictos y posibilidades de adaptación.
• Las relaciones objetales y sus particularidades.
• El desarrollo de las funciones yoicas y grado de vulnerabilidad.
• El tipo caracterial.
• La frecuencia y cualidad de las conductas regresivas.
• Los tipos y la frecuencia de los mecanismos de defensa del yo contra la angustia.
Tomando como ejemplo a un psicoanalista contemporáneo como Otto Kernberg (quien fue presidente de la International Psychoanalytical Association (I.P.A.), tenemos que propuso en 1984 la existencia de tres organizaciones estructurales amplias correspondientes a la organización neurótica, límite y psicótica de la personalidad. Estos tipos de organización se reflejan en las características predominantes del paciente, particularmente en:
• La identidad del Yo.
• El juicio de realidad.
• Las defensas que utiliza frente a la enfermedad y frente al terapeuta.

¿Qué tipo de psicosis existe?

 


Los trastornos Psicóticos mas destacados son:​​​


• Esquizofrenia
• Tipo paranoide de esquizofrenia
• Tipo desorganizado de esquizofrenia
• Tipo catatónico de esquizofrenia
• Tipo indiferenciado de esquizofrenia
• Tipo residual de esquizofrenia
• Trastorno esquizofreniforme
• Trastorno esquizoafectivo
• Trastorno delirante
• Trastorno psicótico breve o reactivo
• Trastorno psicótico compartido
• Trastorno psicótico debido a enfermedad médica asociada
• Trastorno psicótico inducido por sustancias
• Trastorno psicótico no especificado
• Trastorno psicótico Maniaco – Depresiva.
• Trastorno psicótico Preseniles.
• Trastorno psicótico Seniles.

Tanto el CIE- 10 como el Manual Diagnóstico DSM-IV TR, aportan una descripción y los criterios para realizar un diagnóstico.

No incluiremos en esta sección ni la descripción de los tipos de psicosis ni los pasos para realizar un primer diagnóstico presuntivo y posteriormente uno diferencial ya que en la red se encuentra enlaces cuyas fuentes son fiables, como las siguientes que compartimos:

http://personal.telefonica.terra.es/web/psico/dsmiv/dsmiv5.html#2

http://www.psicoactiva.com/cie10/cie10_14.htm

http://www.eutimia.com/arboles-decision-diagnostico-diferencial/trastornos-psicoticos.html

Síntomas:

 

 

Es importante que a la hora de leer la siguiente información, tanto el de los síntomas como el de las causas, no intentemos relacionar nuestras propias experiencias con el texto ya que casi muchos habremos tenido en algún momento alguno de estos o coincidir con algunas de las causas que mencionamos.

Los síntomas son varios, los más habituales:

• Alucinaciones , una alucinación es una percepción sensorial en ausencia del estímulo (táctil, visual, auditivo, olfato, gusto). Las más comunes son las auditivas.
• Ideas delirantes, con frecuencia tienen connotaciones paranoides y las hay de tipo primaria y de tipo secundaria. Los delirios primarios suelen surgir de repente y no tienen una comprensión para los procesos mentales comunes y corrientes, pues se adjudican significados incomprensibles a una percepción normal y puede darse bajo forma de humor, ocurrencias (por ejemplo el sonido de las alarmas de los coches pueden significar que le quieren robar).  Las ideas delirantes secundarias suelen estar influenciadas por las creencias y conceptos anteriores, así por ejemplo tenemos las ideas políticas, religiosas, orientación sexual y las supersticiones, entre otras. Es característico desarrollar un sistema de ideas bastante lógico y consecuente donde se asocian las vivencias delirantes primarias y las alucinaciones mediante juicios, razonamientos y explicaciones. Y de esta manera se constituye un delirio sistematizado coherente, en el que resulta imposible distinguir lo propio y lo ajeno.

Así mismo, todas las experiencias delirantes suelen ser vividas como no producto de sí mismo, sino impuestas intencionalmente desde el exterior, cuando todas las vivencias parten de uno mismo.

• Trastorno del pensamiento, desorganización de ideas, suele tener efectos sobre el habla y la escritura, presentan pérdida de asociaciones, desconexión del contenido semántico y en ciertos casos graves, se llega a un discurso incomprensible (cómo una ensalada de palabras).
• Otros síntomas son las dificultades para actuar socialmente,  ausencia de afecto, desinterés por lo que ocurre a su alrededor, sobre-reacciones sobre falsas interpretaciones, la grandiosidad, suspicacia y hostilidad.

Causas:

Aunque el DSM-IV no clasifica de esta manera, creemos que puede ser una buena división: Orgánica y funcional.
Las causas orgánicas son por lo general médicas o fisiopatológicas. Las causas funcionales son psicológicas o psiquiátricas.
Estas últimas incluyen tumores cerebrales, uso de drogas, trastorno bipolar, depresión mayor, estrés, privación del sueño, eventos traumáticos, retirada brusca de medicación prescrita o drogas.

El estado de ánimo influye de manera significativa, así, las personas que padecen de un episodio psicótico en medio de un estado depresivo pueden experimentar deliros persecutorios o autoculpa. Y personas que lo padecen en medio de un estado de exaltación o manía, pueden conectar con delirios de grandeza.

Lo que sabemos con gran exactitud es que el estrés contribuye a desencadenar estados psicóticos. Si se tiene una historia personal con acontecimientos traumáticos y se suma a ella recientes experiencias estresantes, contribuirá al desarrollo de la psicosis. Si ésta es de corta duración se conoce como psicosis reactiva breve y la recuperación es instantánea.

Hay casos muy poco frecuentes, donde las personas pueden permanecer en un estado de franca psicosis durante muchos años, o tal vez tener síntomas psicóticos atenuados.
Otro factor importante de mencionar es la falta de sueño. En diversas investigaciones se  le ha relacionado con la psicosis. Sin embargo, esto no es un riesgo para la mayoría de la gente, que sólo experimentan alucinaciones hipnagógicas es decir, experiencias sensoriales inusuales (que no son signos de psicosis) o pensamientos que aparecen durante la vigilia o de quedarse dormido.

Así mismo, la deficiencia de vitamina B12 también puede causar síntomas de manía y la psicosis. La deficiencia de vitamina D puede provocar pensamiento de tipo psicótico.

La genética también puede tener un papel en la psicosis.

Las psicosis orgánicas pueden estar asociadas a patologías diversas como trastornos neurológicos ocasionados por tumor cerebral, demencia, esclerosis múltiple, Alzheimer, encefalitis, Parkinson y alteraciones electrolíticas como hipo o hipercalcemia, hipo o hipernatremia, lupus, SIDA, etc.
Así mismo es probable que drogas psicoactivas (legales o no) pueden causar psicosis, o agravarla o precipitarla.

Tratamiento:

Dependerá estrictamente de factores individuales o personales como el tipo de cuadro, duración, características, y se recomienda una tratamiento multidisciplinario. Por un lado es importante la medicación, es decir contar con el conocimiento y prescripción de un médico que sea capaz de encontrar la fórmula farmacológica requerida por el paciente y no medicar indiscriminadamente. Y desde luego, una vez identificadas las necesidades individuales de medicación es importante tener continuidad y en determinados momentos, reajustes (controles), además de seguimiento.

Por otro lado es importante  el apoyo familiar (la familia puede someterse a un proceso tanto de apoyo como de aprendizaje de aceptación, comunicación asertiva, escucha, convivencia que facilitará el proceso terapéutico). La psicoterapia es otro pilar en el tratamiento.

En Tiempo Terapéutico, ofrecemos un tratamiento personalizado, orientamos a las familias y hacemos un seguimiento muy próximo del paciente. Escuchar y llegar a conocer al paciente es fundamental. Desde nuestro paradigma psicoanalítico hemos tratado con éxito diferentes casos a lo largo de nuestro ejercicio profesional.

Hay que tener en cuenta que los tratamientos actuales que combinan la farmacología y la psicoterapia no son como en décadas pasadas,  pues ahora pueden ser muy acertados en tanto se consideran los niveles psicológicos en que acontecen los síntomas y las relaciones entre ellos con el fin de saber en qué estado se encuentra el paciente y con qué mecanismos puede hacer frente a la angustia (recursos) y desde allí se controla la medicación con ajustes apropiados y seguimiento.

Es también importante conocer los factores genéticos que determinan la fragilidad de los receptores de dopamina que ejercen gran desajuste.

Finalmente necesitamos tener en cuenta los factores sociales, básicamente en torno a acontecimientos vitales, situaciones estresantes y el grado de apoyo familiar y psicosocial con que cuenta nuestro paciente.


Fotos extraídas de:
www.educativos.com
www.abciencia.com.ar
www.noscuidamos.com
Fotomontaje: Tiempo Terapéutico

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